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¿Qué es la celulitis infecciosa y cómo se trata?

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La celulitis infecciosa (o bacteriana) es un tipo de infección cutánea que se produce cuando las bacterias entran en contacto con la piel, afectando a sus capas más profundas. Las formas más comunes para tratarlas son haciendo reposo, tomando antibiótico y evitando ciertos hábitos que podrían proliferarla.

La celulitis bacteriana puede aparecer en piernas, tobillos, pechos, cara y, en ocasiones, hasta en los ojos, y es importante no confundirla con la celulitis común.

Características principales y tratamiento de la celulitis bacteriana.

  1. Signos y síntomas.
  2. Diagnóstico y procedimiento para tratarla.
  3. Causas y consecuencias.
  4. Prevención de la celulitis infecciosa.

1. Signos y síntomas.

La celulitis infecciosa es más frecuente en las extremidades inferiores y se presenta de forma unilateral, siendo similar a la dermatitis por estasis (inflamación de la piel por insuficiencia venosa crónica). Una manera sencilla de diferenciarla es conociendo las reacciones del cuerpo.

Los signos más comunes son enrojecimiento de la piel y dolor local, aunque también puede ocasionar infecciones más graves como linfangitis (inflamación de los vasos linfáticos) o linfadenopatías (trastorno de los ganglios linfáticos) en la zona. La piel sufre un aumento de temperatura y, a menudo, su aspecto es similar a la piel de naranja.

En algunos casos, pueden apreciarse vesículas y ampollas que se pueden romper, y en ocasiones puede aparecer necrosis dérmica. Este tipo de dolencias puede parecerse en ocasiones a la trombosis venosa profunda.

Algunas personas pueden sufrir fiebre, temblores, taquicardia, cefalea, hipotensión y, en caso de tener infecciones graves podría ocasionar incluso delirio. Si se propagase rápidamente, podría presentar un aumento del dolor, hipotensión o descamación presentando ampollas y fiebre.

Aquellos síntomas considerados de alto riesgo, son la hemorragia cutánea, ampollas, descamación de la piel, anestesia de la piel, progresión rápida, gas tisular, dolor desproporcionado y síntomas de toxicidad sistémica (como fiebre, taquicardia, hipotensión o delirio).

2. Diagnóstico y procedimiento para tratarla.

El diagnóstico para tratarla se realiza mediante un examen físico que a veces puede derivar y confundir con otros problemas dérmicos como dermatitis de contacto o de estasis, lo que derivará a un sobretratamiento. Sin embargo, este examen físico no debe ir ligado a un cultivo de piel o herida ya que los cultivos no suelen identificar la causa. En los pacientes inmunocomprometidos y aquellos con signos de infección sistémica, debería realizarse un hemocultivo, ya que tiene la capacidad de detectar o excluir la aparición de bacterias. Además, también se puede realizar un cultivo del tejido comprometido que puede ser útil en pacientes inmunocomprometidos, o aquellos que presenten celulitis en lugares de ciertas lesiones como una mordedura de animal.

Una vez se ha realizado el diagnóstico por parte de un médico, se procederá a tratarla como sea oportuno. Su procedimiento es sencillo y consiste en la toma de antibióticos con la previa selección dependiendo de la presencia o ausencia de purulencia (acción de supurar). Se considera de alto riesgo la celulitis purulenta.

Aquellos pacientes que presentan celulitis leve por ejemplo causada por mordeduras de mamíferos se le puede tratar de forma ambulatoria. Otra forma efectiva de tratar esta infección en casos leves es elevar el área afectada para que el edema disminuya poniendo apósitos fríos y húmedos que aliviarán el malestar local.

Sin embargo, si la infección es más grave, la terapia oral fracasa o el paciente presenta resistencia a antibióticos, se deberá  hospitalizar al paciente.

3. Causas y consecuencias.

Este tipo de infección suelen causarla bacterias como estreptococos o estafilococos. Se desarrolla por haber estado en contacto con alguna persona, animal u objeto que tenga este tipo de bacterias y que además éstas hayan tenido la capacidad de atravesar las diferentes capas de la piel. No obstante, si se está en contacto con alguien que tenga este tipo de bacterias pero éstas no han atravesado las capas de la piel, te convertirás en portador de las bacterias pero no acabarás de desarrollar la enfermedad.

Son varios los factores que pueden propiciar que las bacterias atraviesen las capas de la piel:

– Tener un sistema inmunológico débil

– Tener heridas superficiales

– Padecer patologías vasculares periféricas

– Tener úlceras

Si se da cualquiera de estos factores, la bacteria aprovechará el momento en que la piel esté más débil para atacar la capa superficial de la dermis y continuar su diseminación para esparcirse por las zonas. Una de las consecuencias más evidentes es la producción de sustancias inflamatorias que ocasionan enrojecimiento, dolor, calor o incluso endurecimiento.

Si bien sus consecuencias más importantes son la eritema (enrojecimiento debido al aumento de la sangre contenida en los capilares) y dolor local, también puede sufrir sensación de calor. Si la infección se propaga rápidamente, presentará dolor, hipotensión, cefalea o incluso delirio en casos extremos.

4. Prevención de la celulitis infecciosa.

Prevenir la celulitis bacteriana es más sencillo de lo que piensas. Así, para evitarla aconsejamos no tener contacto directo con cualquier persona, animal u objeto que pueda estar infectado, o tomar las medidas de higiene y protección necesarias y aconsejadas por los especialistas.

Pero, ¿cómo se puede saber si está infectado? Una forma de guiarte fácilmente es evitar el contacto directo con aquellos lugares poco higiénicos o en mal estado, tanto si hay heridas como si no.

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Trabajó en el Hospital Clínic de Barcelona donde trabajó como especialista en Cirugía Plástica y reparado durante 16 años.

Hace ya 15 años, fundó junto con dos profesionales más, Antiaging Group Barcelona, en la vanguardia de la Medicina Y Cirugía Estética. Se ha desarrollado profesionalmente en campo asistencial, investigador y docente, siendo sus campos de interés la cirugía facial, la cirugía mamaria y contorno corporal con implantes.

En cirugía de la mama es especialista en aumento de mamas transaxilar y cirugía secundaria de la mama. Ha introducido el uso de ecografía en Cirugía Plástica y recientemente el uso de implantes 3D en malformaciones torácicas.

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