La cirugía se realiza bajo anestesia general. Después de la cirugía, es común que el paciente experimente algo de dolor y molestia en el área de la incisión, pero esto generalmente se puede controlar con medicamentos para el dolor y otras medidas de cuidado postoperatorio.
Cada paciente es diferente y la experiencia de dolor puede variar según factores como la tolerancia individual al dolor y el tipo de cirugía realizada. Como cirujano, trabajaremos en conjunto con el paciente y el equipo de atención médica para minimizar cualquier incomodidad durante y después del procedimiento.
Es importante que los pacientes comprendan que la cirugía para el síndrome de Poland es un procedimiento invasivo que requiere un tiempo de recuperación adecuado. Asegurarnos de que el paciente esté cómodo y tenga un plan de cuidado postoperatorio completo es una parte importante del proceso de tratamiento.