
PIEL LUMINOSA. PIEL RADIANTE.
Tener una piel luminosa y radiante es uno de esos objetivos que no apartamos de nuestra mente. Hay muchos factores que marcan el estado de nuestra piel, pero tener un tono apagado y amarillento no favorece a nadie.
En las consultas de medicina estética disponemos de tratamientos que ayudan a que tu piel para que se vea fresca, luminosa y radiante, pero ante todo no debes olvidar los básicos.
En primer lugar, una buena rutina de limpieza aplicada mañana y noche, que incluya la exfoliación es fundamental para mantener buenos resultados. Cada tipo de piel necesita sus productos adecuados.
La cosmética también influye de manera importante, por ello, es importante que consultéis con vuestro médico las rutinas diarias, ya que adecuando los productos obtendréis resultados increíbles. La cosmética médica marca una antes y un después en el aspecto de vuestra piel.
Pero dicho todo esto, ¿cuál es el mejor tratamiento para una piel radiante y luminosa?
Sin duda, la evaluación previa personalizada nos permitirá recomendar el mejor tratamiento para cada tipo de piel y de persona.
3 PASOS PARA UNA PIEL 10
PASO 1.
En términos generales, para tener la piel bonita siempre hay que empezar por los tratamientos que yo llamo de “limpieza”. Entre estos tenemos los distintos tipos de laser y de peelings. Estos tratamientos “limpiaran” nuestra piel y la bioestimularan, por lo que la dejaran preparada para un siguiente paso.
PASO 2.
Una vez la piel está limpia, nuestro objetivo será nutrir e iluminar. Las mejores opciones en este caso nos las aportan los cócteles de vitaminas, ácido hialurónico y aminoácidos, que, aplicados en la piel en forma de mesoterapia, darán luz y buen aspecto a nuestra piel. No olvidemos los skinbooster, uno de mis preferidos, que aplicados en los puntos de luz faciales nos dan aspecto de descanso y buena cara.
PASO 3.
No olvides mantener los resultados obtenidos. Esto lo conseguimos con protección solar adecuada, cosmética medica personalizada y mantenimiento de los tratamientos, que en función de las características de nuestra piel serán más o menos frecuentes.
Unas rutinas correctas de limpieza y cosmética, combinadas con tratamientos médicos adecuados aportan resultados radiantes a tu piel.