Durante todo el embarazo la mama se va preparando para la lactancia con lo que la glándula aumenta de tamaño, la piel y la areola se distienden. Tras el parto el aumento de tamaño de la mama se mantiene mientras dure la lactancia. Es imposible predecir cuánto va a crecer la mama durante este proceso. Las cremas antiestrías pueden ayudar a evitar la rotura de la dermis cutánea durante este proceso de crecimiento de la glándula mamaria.
Cirugía plástica de la mama tras el parto
Una vez que cesa el estímulo de la lactancia, la mama comienza a involucionar, es decir, a recuperar el tamaño previo al embarazo. El problema es que los ligamentos y la piel se han distendido y éstos no se recuperan igual que la glándula. La mama cambia ligeramente de forma y posición y el cambio está en función de lo que haya crecido durante el embarazo, el tiempo total de estímulo (incluyendo la lactancia) y la calidad de los tejidos. El cambio típico de la mama tras el embarazo es que queda como «vacía»: la glándula resbala sobre el músculo y llena más el polo inferior de la mama en detrimento del polo superior. En función de cómo se ha producido la distensión de los tejidos nos podemos encontrar con un exceso de glándula en polo inferior pero con posición correcta del complejo areola-pezón (pseudoptosis) o bien una malposición de éste que se sitúa por debajo del nivel del surco submamario (ptosis).
La mujer que nos consulta tras uno o varios embarazos presenta siempre una mama con las características antes descritas.
¿Qué podemos hacer para mejorar la mama tras el parto?
Hay que partir de la base que la mama que creemos no será la misma que existía antes del embarazo. La mama ha cambiado y su anatomía interna también. Tenemos una distensión de ligamentos y un exceso de piel en mayor o menor grado.
En los casos de atrofia de la mama con una buena posición (la mama no está caída), o hay una pseudoptosis (el tejido glandular está descolgado pero la areola sigue en buena posición por encima del surco submamario) basta con la inserción de un implante (aumento de mamas). Esto se puede hacer por cualquiera de las vias conocidas aunque nosotros preferimos la axilar y con el implante en posición subfascial. En mujeres muy delgadas usamos un doble plano, que significa que el polo superior está submuscular y el inferior subfascial o subglandular. Dado que nos falta volumen necesitamos un implante y que además trabaje de forma efectiva detrás de la glándula. En la mayor parte de casos elegimos un implante anatómico. Aunque este implante da más volumen en la parte inferior de la mama, su forma permite expandir más el polo inferior que es donde tenemos más exceso de piel y también empuja la glándula hacia delante y arriba.
Una alternativa al implante es infiltrar tejido adiposo en el polo superior, para rellenarlo. Hay que tener en cuenta que otro de los cambios post embarazo es el acúmulo de grasa, y una intervención muy demandada es la liposucción de estos excesos (usualmente abdomen y caderas). La grasa puede «reciclarse» sirviendo para aumentar el volumen de la mama.
Mastopexia
Si los pechos están caídos y la areola ya está por debajo del surco submaamrio, la operación necesaria es una mastopexia . En función del tamaño de las mamas, del exceso de piel y de la posición del pecho podemos usar varias opciones:
- Quitar sólo piel alrededor de la areola, hacer una cicatriz vertical o una T invertida. Cuanta más piel sobra y más distancia hay de areola a surco, más cicatriz hemos de dejar.
- Para el volumen mamario, si hay poco, usamos una prótesis. Esta prótesis normalmente no tiene más de 260 cc y preferimos la redonda de bajo perfil. Si hay glándula suficiente, podemos quitar una pequeña porción del polo inferior para ajustar el tejido y usar un implante para rellenar. O bien podemos usar el propio tejido glandular y suplementarlo con lipofilling,
Hay que esperar al menos 3-6 meses desde que se ha finalizado la lactancia para pensar en cirugía plástica-estética.
¿Existen soluciones sin cirugía?
Para la atrofia y caída de la mama no existen tratamientos no quirúrgicos. Tampoco para el abdomen una vez que se ha producido la diástasis, la separación de los músculos rectos.
En el caso del abdomen pueden hacerse tratamientos justo después del parto para ayudar a la recuperación cutánea y muscular, como la radiofrecuencia o la electroestimulación. Pero habitualmente el tratamiento acaba siendo quirúrgico.
Cirugía estética del abdomen tras el parto.
La intervención habitual es la reparación de la separación entre los músculos rectos del abdomen (diástasis) y en muchos casos de la hernia umbilical que lo acompaña.
Al mismo tiempo se extirpa la piel sobrante (dermolipectomía) y se lleva a cabo una liposucción, todo ello para moldear adecuadamente la cintura.
Trabajó en el Hospital Clínic de Barcelona donde trabajó como especialista en Cirugía Plástica y reparado durante 16 años.
Hace ya 15 años, fundó junto con dos profesionales más, Antiaging Group Barcelona, en la vanguardia de la Medicina Y Cirugía Estética. Se ha desarrollado profesionalmente en campo asistencial, investigador y docente, siendo sus campos de interés la cirugía facial, la cirugía mamaria y contorno corporal con implantes.
En cirugía de la mama es especialista en aumento de mamas transaxilar y cirugía secundaria de la mama. Ha introducido el uso de ecografía en Cirugía Plástica y recientemente el uso de implantes 3D en malformaciones torácicas.
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Jesús Benitohttps://www.antiaginggroupbarcelona.com/blog/author/drbenitoruiz/
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