
Después del parto empieza una nueva etapa en la que los miembros de la pareja se tienen que adaptar a un nuevo rol, el de padres. La mujer se suele volcar al recién nacido y a olvidarse de sí misma, la relación de pareja queda en segundo plano. Muchas parejas fijan sus objetivos finales en el parto y no están suficientemente preparadas para afrontar los cambios físicos, emocionales y relacionales que se producen inmediatamente después del nacimiento. Estos son los consejos más comunes que doy en consulta:
Ámbito personal
- Dedícate tiempo, no te olvides de ti misma. El recién nacido ha pasado a ser el centro de atención, intenta recuperar tu espacio para cuidarte, relacionarte con amigas y realizar aquellas actividades que te llenan.
- Tu imagen corporal es importante para sentirte bien. Cuida el aspecto físico, gradualmente irás recuperando la figura, es un proceso lento, ten paciencia, haz una dieta sana y ejercicio físico, salir a pasear con tu hijo un rato cada día puede ser una opción y te distraerás.
- Prioriza tus responsabilidades, no puedes llegar a todo.
- Pide ayuda, un recién nacido implica mucha dedicación de tiempo y energía, por lo tanto es bueno tener una ayuda en casa para las tareas domésticas o la compra.
- No te auto exijas, permítete los errores, no existe la madre perfecta.
- Sé asertiva, hay momentos en que es importante saber decir “no”.
Ámbito relación de la pareja
- Los niños no arreglan las desavenencias de la pareja, la relación debe estar bien consolidada antes de la llegada del bebé.
- No pierdas en ningún momento la comunicación con tu pareja, compartid lo que sentís, vuestros miedos y necesidades.
- Dedicad tiempo a cuidar la relación, a compartir momentos solamente para los dos. Si vosotros estáis bien el recién nacido lo percibe y se beneficia de ello.
- Pedid ayuda para cuidar el bebé en momentos puntuales y vosotros poder dedicar tiempo a vuestra relación.
- Valora a tu pareja: haz el ejercicio de agradecerle sus cualidades.
- Pasar por un periodo de desinterés sexual es lo habitual en esta etapa, no os alarméis.
- Si os dedicáis tiempo aparecerá la sexualidad, que va mucho más allá del simple coito. No realices el coito hasta que tu ginecólogo te diga que estás preparada.
Ámbito laboral
- Evita sentirte culpable al volver al trabajo, los primeros días es normal sentir que abandonas al recién nacido, este sentimiento va desapareciendo.
- Si tienes la posibilidad, vuelve al trabajo de forma gradual.
- Piensa en los aspectos positivos de la reincorporación (recursos económicos, experiencias nuevas, realización personal…).
- Confía, no anticipes situaciones que generan miedo y ansiedad. Evita pensar “Y si…”.
- Pon límites. Como madre debes explicar a todos (al bebé, a la asistenta, a la abuela…) que tú y tu pareja sois los responsables de cuidar, educar y establecer las normas.
- Organiza un plan de emergencia para saber cómo actuar en momentos de crisis, por ejemplo si tu bebé se enferma, si la asistenta no puede cuidarlo o situaciones que impliquen el no poder ir a trabajar. Puedes pedir el día libre en el trabajo o bien llamar a un familiar para que lo cuide.
- En todo caso, no dejes que estas pequeñas crisis te hundan y convéncete de que eres perfectamente capaz de cuidar a tu hijo, entregarte a las obligaciones del trabajo y disfruta.
Los días después del parto es normal experimentar síntomas como tristeza, irritabilidad, fatiga, insomnio, pérdida de apetito, apatía y ansiedad, normalmente desaparecen. Si los síntomas persisten más de dos semanas se recomienda consultar a un especialista para que haga un diagnóstico e identifique si se trata de una depresión postparto y así poder realizar un tratamiento para prevenir que se cronifique.
Ah, ¡enhorabuena por la maternidad!